¡Chau…, no va más…!

Nota original del Lic. José Luis Stella DIARIO LOQUEPASA.NET

Nos encontramos desde 2011 en una “zona económica” compleja: la ESTANFLACIÓN que es la combinación de estancamiento e inflación. Los economistas saben que es tremendamente difícil escapar de ahí. Se asimila a una ciénaga de arenas movedizas que cuanto más movimiento hacemos más nos enterramos. Necesitamos aunar esfuerzos para salir y la política con sus mezquindades no ayuda.

Homero Aldo Expósito (1918/1987), no era un improvisado, había estudiado en el Colegio San José de Buenos Aires, e ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras donde se armó de una sólida formación cultural e intelectual leyendo clásicos griegos, obras de todo tipo, incluido teatro y era conocedor de la literatura clásica española.  Un día el poeta dijo:  Chau…, no va más…

La invasión de Rusa a Ucrania, de fines de febrero, condenable desde cualquier punto de vista, le brinda a la Argentina una oportunidad económica en alimentos y en energía. ¡Los trenes pasan!, en alimentos, subimos a pesar de la falta de gas oil, y en energía con el aliento del Financial Time expresando que Vaca Muerta podría reemplazar a Rusia como proveedor mundial de gas, tenemos  el recurso y por propia ineficiencia no estamos bien organizados para extraerlo, es factible que el tren pase de largo y nos deje en el andén.

Los líderes políticos deberían dedicarse a resolver problemas en lugar de agravarlos con sus peleas intestinas.  Cristina Fernández (CF) dice que sacarle reservas al BCRA es un deporte nacional, ¡hay un festival de importaciones! y le da la lapicera a Alberto Fernández (AF) para que la use. Expone públicamente la falta de DETERMINACIÓN del Presidente.

Chau, no va mas…! Dale un tiro al pasado y empezá.

Martín Guzmán tiene el “SÍ Fácil» y está habilitando más gasto del que puede financiar, entre enero y abril, el gasto primario del sector público aumentó 87%, por encima de la inflación. En el nuevo presupuesto 2022 se proyecta una inflación anual del 62% para el año con un crecimiento anual del 4% que implica no aumentar la actividad más de lo que ya aumentó en el resto del año.  La “cirugía fina” necesaria para la salida, en política económica cuando no se le cree a los funcionarios es engorrosa. El Presidente juega con fuego, camina solo en el pantano internándose cada vez más.

Y ¿Por qué no se le cree al Presidente?, porque anuncia cosas que no son ciertas o se contradice diciéndole a sus interlocutores lo que quieren escuchar y esto no es nuevo. Tres ejemplos recientes: 1) En el acto de la CAME dijo que el consumo crece y datos oficiales dan cuenta de lo contrario. 2) El 29 de abril en Córdoba en la planta de Nissan dice que se va a duplicar este año la producción de autos cuando el sindicato, la patronal y las empresas que fabrican autopartes le acercaron una carta señalando que puede llegarse a parar la producción por falta de divisas. Que se suma al conflicto entre el Sutna con las empresas Bridgestone, Pirelli y Fate que amenaza la producción de neumáticos. 3) Le dice a Kristalina Georgeva que su plan económico es el acordado con el FMI, al que critica con otros interlocutores.

La CGT y los gobernadores alentaron a AF para que creara poder y no lo hizo, perdió la oportunidad.  Los que estaban con él comienzan a correrse. Lo que lo deja totalmente derrumbado. No pudo emanciparse en su momento, ahora es tarde. Juan Mansur, jefe de gabinete, no ayuda cuando el primero de junio promete que en 24 horas se resuelve el faltante del gas oil y tres semanas después, falta en más provincias y en Tucumán, los transportistas comenzaron un paro por tiempo indeterminado.

Luego del “vacunatorio vip” y de la “fiesta de Olivos” la palabra presidencial se devaluó, las contradicciones permanentes, las marchas y contramarchas, no hacen otra cosa que aumentar la INCERTIDUMBRE. No hay boom de consumo ni un crecimiento sostenido del empleo como expresa Gabriela Cerruti.

¡Ay qué bronca saber que me dejo robar/Un futuro que yo no perdí!/Pero nada regresa al ayer…/ ¡Tenés que seguir!…

Roberto Feletti consultó a CF para continuar en su función teniendo en cuenta que hay pocas probabilidades de salir airoso con la política actual y so pretexto de que  la Secretaría de Comercio Interior pasaba de la órbita del Ministerio de la Producción al Ministerio de Economía, y Cristina que no quiere quedar pegada a una gestión “no positiva” le ordenó a Feletti que se corra, para que Guzmán choque sólo con la inflación.

Algo positivo es que cada vez más el tridente gobernante se INVOLUCRA. AF relanzándose permanentemente. CF tratando de correrse, pero como en el cuento de la rana y el alacrán no puede con su genio y lanza mensajes encriptados en contra del Presidente, del Ministro de Economía, del Ministro de Trabajo, del Presidente del Banco Central y ahora en su alocución del día de la bandera sumó en sus críticas a la Directora de la Afip, lejos de separarse, se compromete. Sergio Massa se muestra como alternativa en el área económica promoviendo el aumento del mínimo no imponible en ganancias, el alivio fiscal para monotributistas y autónomos y se saca fotos con Martín Redrado y Marcos Lavanga en su quincho, tomando impulso en su deseo supremo de ser candidato a Presidente en 2023.

Simplemente la vida seguirá…“Vivir es cambiar, ¡dale paso al progreso que es fatal!”

Hemos llegado a un punto en el laberinto, en el que en política económica se decide entre alternativas negativas, el camino de lo menos malo, encrucijadas. Si se aumentan las tarifas, se produce un efecto ingreso negativo en las familias y disminuye el consumo del resto de los bienes, esto provocaría una caída de la actividad económica. La alternativa contraria es mantener las tarifas congeladas lo que deteriora el déficit fiscal, aumentan los subsidios, la emisión y la inflación y esto también deteriora la actividad económica además de no ser sustentable en el tiempo.  Y lo que no es sustentable (palabra que le gusta a M. Guzmán) NO LO ES y no perdura. Lo que explica que aumentar las tarifas o no aumentarlas resiente la actividad económica. No hay recursos para aumentar los subsidios. ¡Ya gastamos las balas y el fusil!.

Guzmán dice que con este nivel de conflicto interno se retroalimenta la inflación. En su momento, se retrasó el acuerdo con el FMI porque CF no quería hacerlo antes de las elecciones, y luego de las “paso” se emitió dinero para revertir los resultados y el estado económico actual se debilitó y afectó el futuro con la misma estanflación, en más altos niveles de inflación.  El pasado nos pasó la factura y ahora hay que pagarla. Alejandro Vanoli ex presidente del Banco Central dijo que “no se ganan elecciones con una inflación superior al 30%”. Cristina coincide con esta opinión aunque sigue apostando al cuento de hadas del populismo. Solo que el populismo sin dinero es un arma de doble filo. Con alta inflación la población se decepciona y escucha cantos de sirenas de políticas extremas tanto de izquierda como de derecha.  La pretensión de que a través de la dolarización vaya a cambiar la conducta de los agentes económicos no la vemos factible, sería un error intentar implementarla en este momento.

Hemos marchitado ideas que han dado buenos resultados en otros países.  La jubilación privada no es una opción en Argentina.  Ninguna empresa seria compraría Aerolíneas Argentinas. Y la inversión, único motor del crecimiento, brilla por su ausencia.  No tenemos fondos para hacer la obra del Gasoducto Néstor Kirchner, y en lugar de buscar alternativas para encararlo, se discute su realización, se denuncia corrupción y se judicializa. La actitud de Kulfas con su denuncia y lo que desata con ella, se puede calificar de “polémica e inoportuna”. Esto no es nuevo, Emilio Perina hablaba de la “Máquina de impedir” en la década del ochenta.

Tomálo con calma, esto es dialéctica pura/ ¡Te volverá a pasar tantas veces en la vida!

La falta de acumulación de reservas y la deuda del BCRA, los desequilibrios que aparecen en años electorales sumados a la inflación y a la política interna SE ANTICIPARON. El FMI aprobó la primera revisión de las metas del acuerdo, el próximo examen es en septiembre y NO SE APROBARÁ, porque no se reduce el gasto público, se aviva el fuego de la emisión monetaria para financiarlo y no se acumulan las reservas comprometidas. Igualmente no está todo perdido, porque en el acuerdo hay metas, plazos y políticas, si no se cambian las metas pueden modificarse los plazos o las políticas.  Guzmán espera que la Invasión de Rusia a Ucrania le de un pretexto para recalibrar las metas.

Es vergonzante la paradoja argentina de tener el viento de cola para despegar  y darnos la nariz con el vidrio de la puerta del Banco Central. El BCRA está quebrado, el patrimonio neto es negativo en el orden de unos sesenta mil millones de dólares, con una cartera gigante de pasivos y reservas (activos) que no logran crecer pese al contexto inmejorable. Hasta el Swaps Chino (por caída del yuan contra el dólar) ha perdido peso relativo. Otra vez: ¡Ya gastamos las balas y el fusil!.

El cambio de billetes por otros de la misma denominación para NO RECONOCER LA INFLACIÓN es una estupidez extrema. Aunque Pesce dijera cuando se le consultó que no se emiten billetes de más alta denominación para favorecer las transacciones electrónicas.

Reponer los cajeros que la mayoría solo puede entregar como máximo 40 unidades de papel, transportar billetes hacen que día a día los costos sean más altos. En economía se estudia la diferencia entre costo social (lo que nos cuesta a todos) y costo privado (lo que les cuesta a las empresas), en esta situación los costos sociales son más altos que los privados.

Quien lleva adelante la política económica tiene la disyuntiva típica del escenario caracterizado con estanflación: puede aumentar la actividad con más inflación o bajar la inflación a costa de desacelerar la actividad.  Va a tener que continuar subiendo la tasa de interés, va a tener que devaluar el tipo de cambio oficial más rápido, restringir mucho más la venta de dólares. No le queda otra que hacer lo que, tal vez, no quiera.  El laberinto lo llevó a un lugar…. .de ajuste clásico de la economía.

Cabe esperar, en el peor escenario que la inflación no ceda, que se incremente la brecha en el tipo de cambio y que las medidas de aumentar el ritmo de devaluación y la tasa de interés no permitan que el 28 de junio se pueda renovar los vencimientos de casi seiscientos mil millones de pesos y en ese caso puedan llevarse puesto a Martín Guzmán. Mientras que en el mejor de los casos, la corrección de precios relativos, y las mismas medidas mencionadas antes, con el BCRA elevando la tasa para que los agentes económicos no corran al dólar, menos déficit puedan estabilizar la macroeconomía en alta nominalidad, para luego intentar bajar la inflación.  Cada vez hay menos margen de maniobra y esperar hasta finales de 2023 es lo que nos hace decir. ¡Chau… no va más…!

A pesar de todo, el poeta nos alienta: “Pero dale, la vida está en flor…/ ¡Tenés, tenés que seguir!…”

José Luis Stella – Licenciado en Economía

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